Alentar a las personas a dar diezmos y ofrendas puede ser a veces frustrante, pero hacerlo con un mensaje convincente ayudará a conectarte con la congregación y recaudar más dinero para la iglesia. En este blog, compartimos la importancia de los mensajes cortos y personalizados que se conectan con la misión de tu iglesia.
El diezmo es un apoyo importante para la iglesia, pero más allá, es una forma para que la congregación se sienta conectada con su comunidad en general. Las personas desean hacer ofrendas, pero se sentirían más inspiradas a contribuir si se les pide con el mensaje adecuado.
Pedir ofrendas de la misma manera que todos lo hacen pueden volverse obsoleto rápidamente. Por eso es importante pensar en nuevas formas de pedirlas que también puedan agregar valor al servicio con una nueva perspectiva de por qué el diezmo es tan significativo para todos los involucrados.
En este artículo, veremos 15 mensajes para solicitar diezmos y ofrendas para la iglesia.
Siendo realistas, aportar a la iglesia es más difícil ahora que nunca. Se deben usar todas las herramientas que se tienen a disposición para aprovechar al máximo los esfuerzos de recaudación de fondos, ya sea mediante donaciones en línea, mensajes de texto, o la forma más tradicional, recolectar ofrendas en persona.
La clave para llegar a un mensaje convincente o una reflexión es:
Las anteriores anotaciones son un punto de partida para personalizar y completar un mensaje convincente sobre el diezmo a la congregación.
Estos son algunos mensajes de diezmo y ofrendas para la iglesia.
Generalmente, se diezma para apoyar a la iglesia y comunidad, así como para agradecerles por el servicio que brindan. Además, el diezmo también es una forma de agradecer a Dios por las bendiciones recibidas y las que llegarán. Es una manera de sembrar, de invertir en la iglesia, para que todos cosechen las bendiciones por venir.
Se diezma para mostrar cuán maravilloso es Dios. Él es dueño de todo; todo en la Tierra y más allá. Al diezmar se le ofrece lo que es Suyo y se reconocen las bendiciones constantes para todos.
Hay que recordar que dar es la forma definitiva de asegurar la verdadera riqueza del espíritu. Sin dar se ve la pobreza de espíritu, os perdéis en vuestra propia codicia. Dar para enriquecer la vida mientras se pasa por esta Tierra para no perderse en un mundo vacío.
No hay tesoro en la Tierra como el esperado en el cielo. ¿Acaso no es ese, el tesoro más preciado? ¿No debería ser ahí donde está el corazón?
Es por eso que se debe practicar el diezmo para mostrarle a Dios que el buen corazón no está en la riqueza en la Tierra, sino en una riqueza de espíritu y fe. Nada de lo que se posee es tan grande como lo que algún día se heredará en el cielo.
Al igual que la oración, el diezmo es una forma de comunicación con Dios. Es una forma en la que la congregación demuestra que conoce el valor de su iglesia; que, al dar, se acercan a Dios y siguen sus enseñanzas.
Diezmar es un acto, un acto que se hace desde la bondad del corazón. Y a través de él se ofrece algo muy valioso, gratitud. Es esencial pedir a los feligreses que mediten sobre la forma en que sus ofrendas los acercan a Dios.
Dios es quien provee lo necesario para prosperar. Sin su apoyo, no se tendría nada. Es por ello, que se debe pedir a los feligreses que recuerden de dónde provienen sus riquezas y cuán importante es agradecerle.
Con los diezmos, se recuerda a Dios en las actividades semanales y así las personas agradecen todo lo que Él ha hecho por ellos.
Ser justo significa que está bien reconocer que, como ser humano, a veces se es ambicioso. Significa que se compensa esa ambición con dar; en otras palabras, es una liberación de la codicia al devolverle a la iglesia y así encontrar la justicia.
Dar gracias es una parte importante de la fe de las personas. Cuando se les pide a los feligreses dar el diezmo u ofrendas, están mostrando gratitud por la forma en que su iglesia los apoya. Es crucial recordarles lo agradecido que se está por este apoyo. Pues, sin ellos, la misión de difundir la palabra de Dios sería imposible.
Las iglesias son una fuerza del bien en la comunidad. Cuando los feligreses diezman a su iglesia, saben que sus ofrendas se suman a los esfuerzos para apoyar importantes programas que mejoran la vida de todos. Por eso deben sentirse bien siendo generosos; porque cada diezmo será retribuido en más bendiciones.
No se suele hablar de recompensas en una vida de servicio a Dios como una retribución. Pero esta es una excelente manera de poner en perspectiva el diezmo de los feligreses. Su recompensa es apoyar a la iglesia y a la comunidad que esta apoya, pero también es un acto para apoyar a Dios.
El diezmo y las ofrendas son en realidad actos de alabanza a Dios. Al igual que la oración y el canto, con el diezmo se muestra a Dios aprecio y adoración.
Con todo lo que Dios provee, lo mínimo que se puede hacer a cambio es compartir lo que se tiene con la comunidad y aquellos que predican la palabra de Dios
Como aquella frase: Nadie es perfecto. Y es cierta. Todo ser humano tiene defectos y está lejos de alcanzar la perfección. Pero siendo generosos, se puede experimentar una especie de perfección que agrada a Dios.
Dar genuinamente a los demás sin esperar recibir nada a cambio los acerca a la perfección a los ojos de Dios. Se sugiere pedir a los feligreses que reflexionen sobre lo que significan sus ofrendas para ellos y cómo podrían acercarlos a Jesús.
Cuando se trata de eso, se debe recordar que se cosecha lo que se siembra, por lo que es bueno sembrar bondad y generosidad donde se pueda.
Se considera prudente preguntar a los feligreses lo que esperan obtener del servicio. ¿Se van satisfechos? ¿Se van con algo para meditar o reflexionar? ¿Qué valor encuentran en asistir al servicio?
Cabe recordarles que al igual que las bendiciones, cosechan lo que siembran cuando asisten al servicio. Sacarán de él todo lo que pongan en términos de esfuerzo, dedicación y atención.
No se necesita mucho para agradar a Dios en las actividades diarias.
Al apartar una pequeña ofrenda, se muestra a Dios que la riqueza es posible por su gracia. Incluso las ofrendas más pequeñas honran a Dios y reconocen Su guía en la vida diaria.
A veces, contribuir es un trabajo duro, se puede sentir que no se tiene suficiente o que no se hace más de lo que posiblemente ya se está haciendo. Es necesario no abrumarse y tener en cuenta las palabras de Jesús, que todo el arduo trabajo valdrá la pena. Es noble ayudar a los débiles y a través de la ayuda, se recibirán más bendiciones.
Es una de las principales enseñanzas de Jesús, hacer el bien sin mirar a quién. A través de la generosidad se expresa también la bondad. Si se pone algo bueno en el mundo, el resultado será bueno. Esto es especialmente cierto cuando se considera el diezmo y las ofrendas.
Cuando se es solidario y generoso, ese gesto retorna en igual o mayor medida.
Ahora es momento de considerar estos mensajes de diezmos y ofrendas para hacerlos específicos según la iglesia y su necesidad.
Se trata de encontrar formas creativas de mostrar la importancia del diezmo y las ofrendas a la congregación, como un acto que los beneficia a ellos, a la iglesia y comunidad.
Para obtener más consejos útiles, consulta nuestro blog, donde se pueden encontrar artículos dedicados a iglesias y recaudación de fondos para ellas. Esperamos que sirvan de apoyo para involucrar mejor a los seguidores y asegurar el crecimiento de la iglesia.
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Rocío Piñeros