FIGHTING FOR SHELTER
Wafa fled the war-torn streets of Aleppo, Syria, seeking refuge in Lebanon, only to find herself trapped in a new struggle. Her husband is gone, leaving her to raise their two daughters, Rua and Riham, alone. Despite being ill, Wafa works tirelessly for just $50 a month, trying to stretch every dollar to feed her children. Medicine is a luxury she can't afford when hunger knocks at their door.
Forced out of her apartment, Wafa's neighbors have taken her in, offering shelter with a heavy condition—she must pay $40 every month or be kicked out with her daughters. They aren't the villains; they too are battling to survive in a war-ravaged land.
But Wafa has nowhere else to go. If she can't come up with the rent, her only option is to sleep on the beach, exposed to the elements, with her girls by her side. Forty dollars—just forty dollars—stands between her family and homelessness.
Wafa dreams of keeping her daughters safe under a roof. Help her keep that hope alive.
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LUCHANDO POR UN REFUGIO
Wafa huyó de las calles de Alepo, Siria, devastadas por la guerra, buscando refugio en el Líbano, pero se encontró atrapada en una nueva lucha. Su marido falleció, dejándola sola para criar a sus dos hijas, Rua y Riham. A pesar de estar enferma, Wafa trabaja incansablemente por solo 50 dólares al mes, tratando de hacer rendir cada dólar para alimentar a sus hijas. La medicina es un lujo que no puede permitirse cuando el hambre llama a su puerta.
Obligada a abandonar su apartamento, los vecinos de Wafa la acogieron y la ofrecieron refugio con una dura condición: pagar 40 dólares al mes o la echarán junto con sus hijas a la calle. Pero esto no los hace los malos de la historia; ellos también están luchando por sobrevivir en una tierra devastada por la guerra.
Wafa no tiene otro lugar al que ir. Si no puede pagar el alquiler, su única opción es dormir en la playa con sus niñas a su lado. Cuarenta dólares, solo cuarenta dólares, se interponen entre su familia y la falta de vivienda.
Wafa sueña con mantener a sus hijas a salvo bajo un techo. Ayúdala a mantener viva esa esperanza.