AHMAD'S QUIET FIGHT
Ahmad fled Syria as a boy when ISIS took his home, leaving behind everything he knew. In Lebanon, he found a new kind of refuge—our school, 26 Letters. For him, it was a lifeline. Despite working every day to support his family, he came to night classes to study English, finding friends and a piece of the life he longed for.
Years passed, and as Lebanon’s crisis deepened, his mother took his younger siblings back to Syria. But Ahmad stayed—no longer a child, staying to work and send what he could to support them. Returning home would mean conscription and a life without enough to sustain his family. Alone now, he finds himself trapped in yet another war.
Ahmad, humble as ever, never asked for help, even as he shared his aid with his neighbor. We only learned about it from another student, and we began helping his neighbor, too, so Ahmad wouldn’t go without.
Now, for the first time, Ahmad has reached out to us. His $350 salary barely sustains him after sending most of it home. To survive himself, he needs support. Help Ahmad keep his light alive as he cares for those he loves.
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LA LUCHA SILENCIOSA DE AHMAD
Ahmad huyó de Siria de pequeño cuando ISIS tomó su hogar, dejando atrás todo lo que conocía. En el Líbano encontró un nuevo tipo de refugio: nuestra escuela, 26 Letters. Para él, fue un salvavidas. A pesar de trabajar todos los días para mantener a su familia, asistía a clases nocturnas con nosotros para estudiar inglés. Con el tiempo, encontró amigos y reconstruyó su vida.
Pasaron los años y, a medida que la crisis del Líbano se profundizaba, su madre se llevó a sus hermanos pequeños de regreso a Siria. Ahmad se quedó; ya no era un niño, se quedó para trabajar y enviar lo que pudiera para mantenerlos. Regresar a casa significaría el reclutamiento militar y una vida sin lo suficiente para mantener a su familia. Ahora está solo y se encuentra atrapado en otra guerra.
Ahmad, humilde como siempre, nunca nos pidió ayuda, incluso cuando compartía en secreto su ayuda con su vecino. Solo nos enteramos de que lo estaba haciendo por otro estudiante, y comenzamos a ayudar a su vecino también, para que Ahmad no se quedara sin nada.
Ahora, por primera vez, Ahmad nos ha pedido ayuda. Su salario de 350 dólares apenas le alcanza para vivir, porque envía la mayor parte a su familia en Siria. Para sobrevivir, necesita apoyo. Ayuda a Ahmad a sobrevivir a esta guerra mientras cuida de sus seres queridos.