Viñedos para el alzacola rojizo
Tras el éxito alcanzado recientemente en las campañas de compra de tierras para el rocín, en 2022 queremos apoyar a otra de nuestras especies más amenazadas a través de la conservación de uno de sus hábitat emblemáticos.
El alzacola rojizo
El alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes) es un ave insectívora, fácil de identificar por su larga y rojiza cola, que sacude y despliega constantemente. En nuestro país solo aparece durante la época reproductora, en cultivos leñosos de la mitad sur, en áreas de clima seco y cálido.
Según el último censo nacional, realizado en 2020, su población estaría integrada por unos 17.000 individuos, de los cuales Andalucía occidental acoge al 71% y Extremadura al 27%, existiendo otras pequeñas poblaciones en Almería, Alicante y Murcia.
El alzacola, Ave del Año 2022
El alzacola rojizo ha sido designado Ave del Año 2022 mediante votación popular realizada por los socios y simpatizantes de SEO/BirdLife. Su estado de conservación es muy delicado. Los datos del último censo muestran una reducción de su población para el conjunto de España del 94,8%.
Estos resultados indican que el alzacola cumple criterios de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) como para estar catalogado En Peligro, y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas para la categoría En Peligro de Extinción.
El viñedo tradicional en Doñana.
Gracias a nuestros estudios sabemos que la población de alzacola rojizo en España está muy ligada al viñedo tradicional y en menor medida al olivar tradicional. Este cultivo se encuentra en Doñana adaptado a las características climatológicas locales y es gestionado por métodos tradicionales de forma sostenible, contribuyendo a la conservación de los valores ambientales y las tradiciones locales del entorno de Doñana.
Sin embargo, la expansión de los cultivos de regadío de frutos rojos, responsables del mal estado del acuífero en Doñana, provocó que la superficie plantada de viñedo sufriera un fuerte descenso entre 1983 y 2008. Durante este período se pasó de 14.700 ha a algo menos de 5.000 ha cultivadas, a causa del abandono voluntario por su baja rentabilidad y las políticas de arranque de cepas propiciadas por la Política Agraria Común (PAC).
¿Qué queremos hacer?
Frente a esta situación, apostamos por la conservación de los modelos agrícolas tradicionales de Doñana y su biodiversidad asociadada.
Buscamos la adquisición de, aproximadamente, una hectárea de tierras de cultivo de viñedo tradicional de secano en cultivo en vaso y con uva de la variedad local , en producción o recientemente abandonadas.
Los principales objetivos son:
1.-Conservar el hábitat de los últimos alzacolas rojizos de Doñana.
2.-Conocer la biodiversidad asociada al viñedo de secano en la Reserva de la Biosfera de Doñana.
3- Implementar medidas para el fomento de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, explorando los efectos derivados de la gestión del cultivo con criterios ecológicos.
Buscamos la implicación de diferentes sectores de la sociedad, a través de un programa de educación ambiental para los más jóvenes, así como fomentar la cultura y tradición asociadas al cultivo del viñedo de secano en Doñana.
Más de 40 agricultores de municipios incluidos en la Reserva de la Biosfera de Doñana colaboran de forma desinteresada en este proyecto.