* ESPAÑOL ABAJO *
We are Centro Corona. This is our call to our networks:
Raise $50,000 with us by April 11th to keep our space open!
Community members, friends, and family gather at our Fiesta de Inauguración in 2019 to celebrate our re-opening
[Image description: Nighttime photo of exterior of Centro Corona space on 47th Avenue, with large glass mural at front framed by lit-up marquee lights, people dancing and celebrating inside]
Centro Corona is a community center with a decade long history in Corona, Queens. It is an intergenerational space born from the experience, leadership, and knowledge of working-class and immigrant communities seeking to build a self-determined, collectively-imagined future. We respond to violent, local and global processes that destabilize our communities and we do so using our collective creativity, solidarity and strength. Rather than organizing people around specific issues and campaigns, we prioritize building relationships with our neighbors. From that center, we follow the lead of those in our communities most directly and intimately impacted by state and interpersonal violence, most of whom are working-class, migrant, youth, women, gender non-conforming, trans and queer people.
We have delayed fundraising for our space in part to work only on fundraising efforts for the mutual aid project hosted at our homebase, spearheaded as a collaboration by Queens Neighborhoods United, Project Hajra, us, and many, many neighbors and mutualistas. This coordinated mutual aid project has been going on for over a year and it includes food, cash assistance and other forms of support. But while this work continues and conditions don’t change and in some ways worsen, our rent is still $3,800 per month, and we need your support to cover our space’s rent, maintenance, and operations for the rest of 2021.
As we respond to crises of contagion, sickness, death, alienation, and displacement, many of us have been left confined, some with unstable shelter, and some isolated into small spaces. Many of us move through this city in distress, working in unsafe conditions. Capitalism re-asserts itself, then takes public spaces and collective strongholds from our communities while reinforcing oppressive ones. We learn to navigate our shrinking community spaces while at the same time calculating the risks of gathering together at all. Then, capitalism re-organizes those spaces and those risks again. It even asks us to maintain the actual buildings that confine, destabilize, and isolate us. More and more, we see less and less of ourselves in the places we inhabit.
To sustain what is portrayed as economic health, we have to sacrifice our well-being and our futures, risk our lives and our families, and build more walls rather than mourn and take action. We face the ongoing challenge to make sense of these new conditions as well as to keep our doors open, keep our heads above water, be together, and repel stories of scarcity as we make sense of our shared spaces in these times.
Space is crucial for beings to grow, relate and create. When we think of space, we think too of places inhabited at different scales. Stars, suns, black holes, planets, rivers, sky, fire, but also living rooms, parks, hallways, streets, hearts and minds. We refuse to accept that only alienation, confinement, austerity and enclosement are true. We’ve pushed arduously against rhythms that seek to exhaust and extract, in order to create space for reflection and the undoing of these narratives and austere illusions. We continue to do this work, and we seek direction from the moments and places where care does happen, starting with our home. We want to reestablish the role spaces like ours play in disrupting alienation, in fostering alternative education, a culture of thriving and survival as well as visions and political practices that nourish our bodies, minds, and spirits.
Our house is and has been a site of generative beginnings, actions and connections that built towards an anti-capitalist world without systems of punishment, surveillance, dominance, patriarchy and displacement, and that nurtures and sustains life-giving networks of collective care, abundance and autonomy.
Our house generates changes we need in our neighborhoods, lives, and worlds. It is crucial to community, to movement, and to us.
To donate by card, please use the form at the top of this page. To donate by check, please make checks payable to "Centro Corona" and mailed to the following address:
Centro Corona
104-05 47th Avenue, Store Floor
Corona, NY 11368
Thank you for supporting us and our community!
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Somos Centro Corona. Este es un llamado a nuestras redes:
Recaudemos $50,000 antes del 11 de abril para mantener abiertas nuestras puertas!
Centro Corona es un centro comunitario con una década de historia en Corona, Queens. Es un espacio intergeneracional construido por la experiencia, el liderazgo y los conocimientos de nuestras comunidades inmigrantes y de clase obrera que buscan crear un futuro autodeterminado e imaginado en colectivo. Nosotres respondemos a violencias locales y globales que buscan desestabilizar nuestras comunidades y lo hacemos usando nuestra creatividad colectiva, en solidaridad y con mucha fuerza. En vez de hacer llamados a la comunidad sobre campañas específicas y singulares, como “imigracioón” o “vivienda,” priorizamos construir relaciones duraderas con nuestros vecines. Desde este centro, respondemos a las necesidades y seguimos el liderazgo de las personas en nuestra comunidad quienes han sido más directa e íntimamente impactadas por el estado y la violencia interpersonal: la clase trabajadora, migrantes, jóvenes, niñes, trans, de géneros no binarios y cuir.
Hemos aplazado esta recaudación de fondos para nuestra casa en parte para poder reunir fondos para nuestro trabajo con la red de apoyo mutuo. Esta red tiene su base en nuestra sede y es una colaboración encabezada por Queens Neighborhood United, Proyecto Hajra, nosotres, y muchos, muchos otros vecines y mutualistas. Esta coordinación de la red de apoyo mutuo ha estado vigente por casi un año, y ha incluido distribución de comida, asistencia con dinero en efectivo, y otras formas de apoyo. Pero mientras esta situación continúa y las condiciones no cambian (y de algunas maneras empeoran), nuestra renta aún sigue siendo $3800 al mes y necesitamos tu apoyo para cubrir la renta, el mantenimiento y las operaciones para el resto del 2021.
A medida que respondemos a la crisis de contagios, enfermedades, muertes, alienación y desplazamiento, muchos de nosotres terminamos encerrados, algunos en viviendas inestables y otros aislados en pequeños cuartos. Muchos de nosotres navegamos esta ciudad angustiados, trabajando en condiciones inseguras. Mientras tanto, el capitalismo se reafirma a la vez que nos quita espacios públicos y otros lugares compartidos y colectivos que pertenecen a nuestra comunidad. Aprendemos a navegar la estrechez de estos espacios comunitarios, a la misma vez que calculamos el mero riesgo de juntarnos. Luego, el capitalismo vuelve a reorganizar esos espacios y tenemos que hacer nuevos cálculos de riesgo. Hasta nos pide que sigamos manteniendo aquellos edificios que nos encierran, desestabiliza y aisla. Mas y mas, nos vemos menos y menos reflejados en los espacios que habitamos.
Para poder sostener lo que es pintado como “salud económica,” tenemos que sacrificar nuestro bienestar, nuestro futuro, arriesgar nuestras vidas, nuestras familias y construir más muros en vez de poder hacer luto y tomar acción. Hoy enfrentamos el desafío de entender estas nuevas condiciones a la vez que tratamos de mantener nuestras puertas abiertas, mantenernos a flote, estar juntes, y rechazar historias de escarcidad a la vez que tratamos de entender el sentido de nuestros espacios colectivos en estos tiempos.
El espacio es crucial para que las personas puedan crecer, relacionarse y crear. Cuando pensamos en la palabra espacio, pensamos en todos los lugares, incluyendo aquellos habitados a diferentes escalas. Estrellas, sol, agujeros negros, planetas, rios, cielos, fuego, pero tambien salas, parques, corredores, calles, corazones y mentes. Nos rehusamos a creer que solo el aislamiento, el confinamiento, la austeridad y el encierro son verdad. Luchamos arduamente contra los ritmos de trabajo que quieren desgastarnos para así crear espacios de reflexión donde podamos cuestionar estas narrativas embusteras. Seguimos haciendo este trabajo y nos inspiran todos aquellos momentos y lugares donde el cuidado si se ve, empezando con nuestras casas. Queremos reestablecer el papel que espacios como el nuestro desempeñan cuando interrumpen el aislamiento, cuando promueven alternativas educativas, cuando generan una cultura que prospera en medio de la sobrevivencia y cuando imaginan visiones y prácticas políticas que nutren nuestros cuerpos, mentes y espíritus.
Nuestra casa es y ha sido un lugar para generar comienzos, acciones y conexiones que se construyen hacia un mundo anticapitalista, sin sistemas de castigo, vigilancia, dominancia; sin el patriarcado ni el desplazamiento; espacio que nutre y sostiene redes que afirman la vida, el cuidado colectivo, la abundancia y la autonomía.
Nuestra casa genera el tipo de cambio que necesitamos en nuestros vecindarios, en nuestras vidas, y en nuestros mundos. Es un espacio vital para la comunidad, para el movimiento, y para nosotres.
Para donar con la tarjeta bancaria, por favor usar el formulario al comienzo de esta pagina. Para sonar con cheque, escribirlo a nombre de “Centro Corona” y enveloper correo a esta dirección:
Centro Corona
104-05 47th Avenue, Store Floor
Corona, NY 11368
Gracias por apoyarnos y a nuestra comunidad!